Me gusta escribir lo que pienso, en hojas blancas como estas, es que no puedo ser pintor, porque soy demasiado cambiante, y si pinto de día, luego no me gusta y pinto de noche. Y no puedo ser escultor, porque una de mis obras no soportaría una de mis rabietas. Por eso sólo puedo ser poeta, y escribir lo que siento, en hojas blancas como estas. (Persus Nibaes)
sábado, 13 de marzo de 2010
La luna ignora que es tranquila y clara
y ni siquiera sabe que es la luna;
la arena, que es la arena.
No habrá una cosa que sepa
que su forma es rara.
Las piezas de marfil son tan ajenas
al abstracto ajedrez como la mano
que las rige. Quizá el destino humano
de breves dichas y de largas penas
es instrumento de otro. Lo ignoramos;
darle nombre de Dios no nos ayuda.
Vanos también son el temor, la duda
y la trunca plegaria que iniciamos.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta
que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?
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